Formación

Es el tiempo de iniciación a la vida religiosa en el Instituto. A través de la experiencia de un encuentro profundo y vital con el Señor, la novicia toma conciencia del sentido y de las exigencias de una existencia de seguimiento a Cristo. Se deja guiar con humildad y docilidad por la formadora; se abre a ella con “confianza filial”, acompañada con respeto y gratitud (RdV # 63).

El fin del noviciado es lograr alcanzar un conocimiento más profundo de la vocación para la vida religiosa a través de la experiencia concreta. En ese sentido, es una iniciación a la vida Salesia, profundiza el conocimiento de carisma, la espiritualidad, las tradiciones. Conserva el carácter fundamental de período de verificación por parte de la joven y del Instituto mismo.

Tiene una duración de dos años de los cuales, doce meses canónicos transcurren en la sede del noviciado, el segundo año puede estar contemplado con experiencias apostólico formativas, en las comunidades del Instituto (RdV # 66).