Historia de la Congregación
La Congregación de Hermanas de san Francisco de Sales-Salesias, fundada en 1740 por padre Domenico Leonati, tiene sus inicios en la parroquia de Ponte di Brenta –Italia, donde fue párroco por 16 años. Entre las necesidades de sus parroquianos, existía un grupo vulnerable que necesitaba una intervención urgente, las niñas pobres que no accedían a una formación y se veían propensas a ser víctimas de vicios y abusos; para dar solución a esta problemática, padre Leonati crea el Conservatorio, donde se acoge a niñas pobre y en peligro para darles una formación escolar y espiritual que les permita desenvolverse en la sociedad como personas útiles a la misma.
Dentro de su organización interna estaban guiadas por jóvenes maestras que habían sido formadas por él mismo en un método nuevo para su tiempo –el método preventivo, que consistía en “preservar del mal, previniendo el bien” (Beltrame, 1992), para su aplicación existía objetivos, medios de formación y normas que ayudaron a su buen funcionamiento tomando como base el humanismo de san Francisco de Sales.
En 1751, el obispo de Padua cardenal Rezzonico (1693 -1769; Papa Clemente XIII delde 1758) llamó a padre Domenico para el cargo de confesor en el Seminario Episcopal. Se traslada a Padua la comunidad de las Vírgenes y su obra, empieza a extenderse ya no sólo a las niñas pobres, sino también a las de clase popular, abriéndose así las primeras escuelas gratuitas regentadas por las llamadas Vírgenes de Vanzo (Beltrame, 1992, Gamba, 1991).
A la muerte de Don Doménico Leonati, el Conservatorio es una «familia» joven, y numerosa. Los inicios del siglo XVIII y los últimos años del siglo XIX fueron años difíciles para toda la región del Véneto incluida Padua. Solo basta pensar en el estallido de la Revolución Francesa.
La supresión napoleónica de muchos institutos religiosos (1810) también afecta al Conservatorio y dispersa a sus miembros. Pero en los años de la Restauración, Madre Pasqua Sandrini, logró mantener vivo el espíritu y carisma de Padre Leonati, reinició las obras en el edificio del antiguo Colegio de los Padres Somascos en la ciudad de Santa Cruz, donde actualmente es Casa Madre (Padua). Y el Instituto, a través de sucesivas reorganizaciones, se convirtió, a finales del siglo XIX, en Congregación de Religiosas de San Francisco de Sales – Salesias, tomamos este nombre debido a que Padre Leonati nos recomendó: “Considerad a San Francisco de Sales como Padre y Fundador”.
Hoy vivimos nuestra vocación enraizada en la Palabra de Dios y en la Regla de vida, intentando asimilar los sentimientos de Cristo, para dar «la cercanía y la confianza que nacen del amor» (RdV # 166) , según nuestro lema, «Todos a todos en amor» (1 Corintios 9, 22).
Por voluntad del Fundador, seguimos la espiritualidad exigente y serena de san Francisco de Sales, hombre de bondad, la mansedumbre y dulzura, que sabía mostrar la misericordia y la paciencia de Dios a cuantos encontraba (RdV# VII). Esta espiritualidad fundada en el amor, acorde con el ser y el actuar del P. Domenico Leonati, fluye en nuestro carisma fundacional, que refleja la vida y misión de cada hermana Salesia que ha elegido pertenecer exclusivamente al Señor.