Redactado por: sor Alexandra Carrión – coordinadora de la Pastoral Juvenil Salesia
Para Padre Domenico Leonati, nuestro fundador, “la Juventud es un tiempo de preparación a la vida y al servicio de la sociedad”. Preparación que se da en el día a día, donde el Maestro divino nos moldea hasta que nuestro corazón sea semejante al suyo, manso y humilde. Esta formación, como todo ámbito de la sociedad, se ha visto golpeado por la pandemia, que nos ha dejados por largos momentos sin palabras. Sin embargo, el Señor hace resonar en nuestro corazón la continua invitación “rema mar adentro y lanza las redes al mar, (Lc 5, 4-5). También en el mar profundo de la virtualidad donde “no podemos dejarnos robar la alegría evangelizadora” (EG 83). Un celo misionero que debe ser cada vez más insistente así como lo vivió san Francisco de Sales y Padre Domenico Leonati, cuyas vidas tienen mucho que decirnos y más aún a los jóvenes.
De ahí que la Pastoral Juvenil Salesia ha querido compartir una experiencia formativa. Actividad que la hemos denominado Seminario Sales- Leonati, “una propuesta para el joven de hoy” momentos de mucha gracia y bendición y en los cuales hemos contemplado la vida de San Francisco de Sales y Padre Domenico Leonati, sus virtudes humanas y cristianas y el alcance en la vida del joven. Otro aspecto abordado fue su Espiritualidad, los desafíos juveniles y finalmente se compartió algunos testimonios de vida de nuestras hermanas, una invitación a desgastar la vida por el Señor y escuchar su invitación a ser parte de este proyecto de amor.
Además de toda esta riqueza compartida, hemos sido testigos de la acogida a esta iniciativa y del protagonismo de nuestros jóvenes en la animación de cada encuentro, la moderación y también aquellos que junto a las hermanas expusieron una temática. Ha sido un trabajo en conjunto, en familia. A continuación adjuntamos algunos testimonios de nuestros jóvenes que compartieron sus dones en este hermoso evento.
Dayana Echeverría. (Pastoral juvenil de Milagro)
El Seminario Sales-Leonati ha sido una experiencia única donde he aprendido mucho más de nuestro Patrono San Francisco de Sales y de nuestro fundador Padre Doménico Leonati, su amor y entrega a Dios. Grandes hombres, llenos de tantas virtudes, que mostraron su valentía y animaron a las personas que tenían cerca a cambiar su vida y entregarla por completo a Dios. Agradezco al Señor por esta experiencia como moderadora, un servicio que implicó compromiso, preparación y de manera particular ser dócil a la acción del Espíritu. Hoy Padre Domenico y san Francisco de Sales continúan a ser mi mayor ejemplo de Santidad en el caminar juvenil.
Pamela Anrango (P.J.S. San Pablo del Lago).
Mi primera experiencia como expositora en el Seminario Sales-Leonati fue algo nuevo para mí, hablar frente a un gran número de personas me llenaba de nervios, sin embargo, el hacerlo dentro de mi familia Salesia me dio confianza para realizarlo de la mejor manera y lo disfruté mucho. Fue una experiencia muy gratificante, llena de nuevos aprendizajes y retos. Agradezco la acción del Espíritu Santo que ilumina mi entendimiento, además a mis queridas hermanas Salesias que apoyaron mi participación en este seminario.
Mauricio Vinueza (Animador Pjs San Pablo)
Dentro del Seminario Sales Leonati, tuve la grata oportunidad de ser parte de los expositores junto a Sor Rosita Santana, bueno desde el primer instante realmente fue un reto, ya que la exposición era en forma virtual. La preparación la llevamos algunos días antes, en donde luego de recolectar la información y organizar las ideas de como lo llevaremos a cabo pudimos concretar objetivos claves. Llego el día de la exposición y tanto la hermana como yo, estábamos un poco nerviosos, pero con la gracia de Dios todo salió bien, y para nosotros como expositores nos llenamos de una grata alegría, porque se logró trasmitir la misión incansable de nuestros modelos de vida.
La misión como pastoral Juvenil Salesia continúa y nos encomendamos a sus oraciones para “ser fuertes, estables, constantes e invariables y ser siempre así” (P. Domenico Leonati)
