Redactado por: Profesora Margarita Jama – Docente de la Unidad Educativa Fisco Misional Cristo Redentor
En este mes hace un año que por causa de la pandemia nos vimos afectados y esto cambió la vida de la noche a la mañana, todo es diferente desde ese entonces, en casa, los amigos y en especial los estudios.
Como docente, extraño las clases presenciales, estar junto a los alumnos para atender sus inquietudes, dudas, preocupaciones, alegrías y tristezas conversar con ellos. La verdad no es lo mismo estar al frente de una pantalla una comunicación rápida y en poco tiempo tratar de enseñar lo más esencial por que la conectividad no es buena, es difícil compartir tantas cosas con los estudiantes, claro en ese poco tiempo tratamos de dar como docentes nuestro mejor esfuerzo, pero no es lo mismo no podemos darles todo nuestro conocimiento y mucho menos saber si de verdad prestaron atención o fue de provecho y les intereso el tema.
Sé que los chicos extrañan tanto como yo en lo personal volver a las aulas, escucharnos como nosotros a ellos. Por el momento nos queda seguir las reglas y aprender a disciplinarnos. Estamos invitados cada día a tener una profunda confianza en Dios de que todo esto pasara pronto y volveremos a vernos y no estar solo dependiendo de la tecnología.
El colegio es considerado como una familia educativa, mis estudiantes son mi segunda familia y los extraño tanto como ellos me extrañan a mí y sé que todos mis compañeros sienten lo mismo.
Como docentes hemos tenido algunas responsabilidades con respecto a las familias de los estudiantes a quienes se les ha ofrecido una pequeña ayuda en alimentos, a los estudiantes que no tenían ninguna conectividad se les ha ofrecido copias del contenido mediante fichas pedagógicas.
Como miembro vivo de mi Iglesia he sentido mucho esos meses en que no hemos podido participar del banquete Eucarístico y en que las mañanas del domingo escuchaba la santa misa desde la terraza de mi casa porque no se podía abrir la Iglesia. Y el dolor de ir perdiendo seres queridos familiares y amigos. Muy duro, pero todo en las manos del Padre misericordioso y en él y por él la esperanza no defrauda.
Ahora En la Parroquia eclesiástica Cristo salvador las actividades pastorales están poco a poco volviendo a la normalidad. Se está realizando las confirmaciones de aquellos jóvenes que debían recibir el sacramento el año pasado y fue suspendido por que en nuestro país se decretó estado de excepción. Solo a partir del mes de febrero de este año el sacerdote de la parroquia empezó administrar los sacramentos siguiendo las medidas preventivas. Los diferentes grupos de la parroquia en número reducido seguimos reuniéndonos para continuar nuestra formación espiritual igual trabajando solidariamente para poder llegar a los más pobres. En las celebraciones de los sacramentos. Bautismo Matrimonios Confirmaciones, los fieles están colaborando con víveres no perecibles y así estamos saliendo al encuentro de las familias más necesitadas de nuestra comunidad.
Como pastoral litúrgica estamos muy pendientes de todo lo que concierne a las diferentes celebraciones de fe de nuestra Iglesia. Gracias.